Biografías y Experiencias Personales Mario Linares
Mario César Linares León, el mayor de cinco hijos, nació en Contumazá, Cajamarca, Perú, el 25 de noviembre de 1916. Como su madre era adventista, él nació y fue educado en esa fe. A la edad de cinco años, aprendió a leer la Biblia. Desde su niñez era su costumbre orar, y mostraba una inclinación notable por las cosas de Dios. Su madre le hablaba con frecuencia acerca de la obra de los colportores y obreros bíblicos, y en sus oraciones ella manifestaba un ferviente deseo que él llegara a ser misionero y que por medio de su obra muchas almas fueran salvadas. Un día vino a ser colportor y relató algunas de sus experiencias en el ministerio del colportaje. Mario prestaba toda atención.
Aunque Mario entendía que las circunstancias no le permitirían asistir a un colegio misionero, se daba cuenta de que necesitaba alguna preparación para la obra. El arte de predicar sermones comenzó a preocuparle. Su hermana lo encontró en un lugar aislado, predicándole a los árboles. En 1933, cuando la obra de reforma comenzó en Perú, Mario y su madre estuvieron entre los primeros adventistas que se unieron al Movimiento de Reforma. Fue bautizado en 1936.

Mario mostró gran interés en la obra del colportaje. Estaba convencido de que esa obra va acompañada de una triple bendición: lleva la luz a la gente que está pereciendo en las tinieblas, abre muchas puertas para estudios bíblicos, lo que significa que más almas son traídas a Cristo; también es una fuente importante de ingreso para la iglesia. El campo de colportaje es una excelente escuela para jóvenes de ambos sexos. El entrenamiento que ellos reciben en esa escuela los prepara para llevar mayores responsabilidades y para defenderse en situaciones problemáticas de la vida. Y en muchos países los buenos colportores pueden lograr fácilmente ambas metas.
